verso23

Humano Ser

Entre los besos y los disparos.
Entre el odio y el amor.
Entre la sangre y el arte
que ensució tus manos.
Entre las torturas y los abrazos
el signo del Ser Humano.

La naturaleza te hizo sabio y bueno
pero la ambición sin freno fue tu perdición, tu gran veneno.
Capaz de dar la vida o humillar de un solo golpe,
capaz de amar o ser un genocida por deporte.
Creaste palacios y pirámides por honor a tus lideres.
Las teorías de Euclides y Arquímedes,
crímenes en serie como en Rostock,
Hitler, Pinochet y Pol Pot,
paladines del complot.

Inventor de la escritura y la penicilina,
ejecutor de culturas, Nagasaki e Hiroshima.
Humano besa y asesina, abraza y recrimina siempre,
si sus deseos le ciegan delata y miente.

De las flores de Versalle a las carceles de Bangkok,
voz de dictadores o pintores como van Gogh,
el temor o la ternura, la balanza está en tus manos,
la decepción o la esperanza, ser humano.

Los besos que se dieron, los muros que distanciaron,
los lazos que unieron, disparos que retumbaron,
los golpes que hirieron, inventos que deslumbraron,
las luces y sombras que nombran al ser humano.
Los genios que inspiraron, abrazos que liberaron,
las guerras que asolaron, la sangre que derramaron,
los héroes que brillaron, villanos que torturaron,
las luces y sombras que nombran al ser humano.

Ayudaste al indefenso por pura bondad,
sentiste el tacto tenso de un rifle apuntando a dar.
Pintaste el olvido en guetos de Asia y África
mientras entonabas sonetos repletos de frases mágicas.
Ruinas eternas como Petra o Chichén Itzá
horrores en tus guerras tan inútiles quizá.
Izar las velas de tus carabelas viste mudo
causando donde fuiste los desastres más profundos.

Humano quieres ser el amo y señor de su alrededor,
construye minas e imagina un futuro mejor.
Su instinto cazador trajo el mal y la violencia,
su instinto maternal y su paciencia la clemencia.

De los muros de Auschwitz a orfanatos en Shanghái,
de las calles de Namibia a las islas Dubái.
El dolor o la belleza, la matanza a tus hermanos,
la compasión y la venganza del ser humano.

Ideaste pájaros de acero y metal surcando océanos
y en la oscura penumbra de aquellos sótanos
infringiste torturas tan duras que no se curan,
creíste ser el dueño del resto de las criaturas.

Versos de Neruda y Lorca que desnudan la existencia,
entre la horca y la censura, tu odio y su pestilencia.
Escalas cordilleras por afán de superarte,
intoxicas Madre Tierra mientras buscas vida en Marte.

Al mirarte veo arte y muerte, tu contradicción,
libre por la ciencia, preso de tu religión.
La pasión te invita a plasmar la vida en películas,
inquietud infinita te hace acelerar partículas.

De cúpulas en Roma a favelas en São Paulo,
de las ruinas de Darfur a mansiones en Monte Carlo.
El rencor y la proeza entre héroes y villanos,
la maldición y la grandeza del ser humano.