" Un Café se ha perdido y a nadie le importa.
¿A dónde va el Café que se pierde?
De caliente a tibio, frío, perdido, olvidado.
Todos saben que vivimos en un rato sin importancia.
Por el delirio de la necedad y la queja
y de quien pierde el tiempo sin tomar un Café
a punto de pasar al olvido y al limbo, Oh!"
Todo me queda bello porque tengo buena ortografía.
Y en vez de estar libando del labio de un querer
me refocilo encima de un libro huyendo.
Soy sensibilísimo en grado sumo,
como una hoja que un árbol arranca al otoño,
como una flor nocturna, prístina de luz
del satélite en el espacio, seco y silente
llamado Luna, depósito y cofre de deseos no vividos...
Así soy yo. Si me tocas me indigno y me voy.
Mejor no me nombres si tus dientes no están completos.
No mereces ni una línea de mis manos suaves
sin callos, sin cicatrices, sin valor.
Ya mi nombre es GRANDE y tú, ni sabes rimar.
Ese árbol que nombré nueve versos atrás
lo mataron, lo arrancaron de los brazos amorosos de la tierra
para hacerme un libro de mi gran obra.
Uhmmmmm, ese olor me excita, me estimula el ego,
me lo toca, me lo menea, lo acaricia una y otra vez.
Siento como se va aglomerando en mi y, y, y, y, AHHHHH
No puedo mas y estallo en alabanzas, loas y halagos.
Soy demasiado bueno.
Mejor no me nombres hasta ver tu diploma de poeta.