Pedí prestado a un poeta
sus noches de lunas blancas
y el poeta me responde:
"mis noches... ¡son lunas negras!"
Préstamos solicité
al sol, la luna, los vientos...
Todos ellos me contestan:
"nosotros no damos préstamos"
Préstamo me dí a mi misma:
largo plazo de ilusiones,
que el sol salga cada día
y el corazón no se doble.