Tétrica escena de sangre esparcida,
goteando restos del hambre aplacado;
era imagen de inmortal transformado
lo que antes fue amor limitando vida.
Bestia celosa de sed reprimida,
ociosa y feroz despierta legado;
suma cada cita nuevo bocado
por placer con morbosidad querida.
Expiró el Romeo de la bella amada
al renacer ahora en Hyde sangriento
quedando su amor vacío como nada
cuando la suavidad del sentimiento
dió los últimos días su bocanada
al soberbio y tórrido lamento.
Vito Angeli