Viajando por tu cielo vivo,
busco tu mirar andante,
en caminos de pétalos altivos,
mi corazón sigue tu aroma.
Suave, tierna, luminosa…
Cada milímetro de tu piel luce,
obra maestra por dioses labrada,
en rubíes estelares.
Te veo y busco coincidencias,
pero única e incomparable vistes,
a tu alma, vida y corazón
que envidian tu belleza.
Ni pirámides, ni murallas, ni ríos.
Flores por el arte creada se parecen,
a tus ojos diamantes del alma,
luceros brillan en el horizonte.
Maravillas del mundo te ansían,
madreselvas tus cabellos de oro,
que llevan atardeceres azules
y a ti al cielo eterno.