Leandro Rodríguez Linárez

(Intitulado LXV)

Como una barricada de presencia inmóvil, desprendida del cielo, me abrasa tu memoria amada mía, impidiendo que trabajen las horas y sus carnadas de minutos. Es como un puerto aéreo de maderas atestadas de fines, un grito de madera aguardando, con un corazón de paciencia fija, como un faro de sentencia definitiva, con un solo objetivo. El viento es mi refugio, el día, una mesa en el alma de las alarmas de la noche, una botella que se cree una copa. Allí, en mi refugio, sangra con delicada osadía mi pluma, metrallando las hojas que no saben hablar. Como una barricada de presencia y sabor inmóvil, tu, mi puerto, mi refugio.

 

LRL

 

5-9-2011