Impenitentes
Creamos nuestro camino
aunque delineada
estaba la senda…
De alegría construimos
un templo
al que acudimos
con regularidad
cada día…
cada noche…
Volvimos a ser adolescentes
insensateces por doquier
de felicidad colmadas
Transformamos el mundo
a nuestra medida…
comprimimos nuestras vidas
Se nos inquietaron los besos
las caricias quedaron
exentas de regateo
Tormentas de ansiedad
se precipitaban
sobre dos cuerpos aferrados
Se mezclaron las sangres
inflamados los deseos
Anhelante respiración
palabras audaces
hicieron trizas
todo establecido esquema
Conocimos de memoria
el recorrido
de cuerpos intensos
bulliciosos
insensatos
persistentes
¡que sabroso desorden!
Fulminaciones estrepitosas
marcaban cada jornada
cayendo en la deliciosa trampa
de lujuria aceptada
Dos locos impenitentes
bajo el cielo de Latinoamérica
dejaron marcado a fuego
en las mentes de cada cual
la pérdida de su razón…
Aly Michó