El viento mecía tus alas
como una madre a su hijo,
te dejaba a resguardo, protegido,
para que observaras tu destino.
Pero ¿quién puede precisar el
final de un camino?
Solo lo conoce Tú Padre Santo
dador del poder divino.
Enseñaste a tu hijo que el dar
es como el Pan y Vino
que tu hijo Salvador
ya lo había compartido,
y este halcón que volaba con
rumbo siempre fijo
le entregaba a la tierra
su calor, su sacrificio
Con sus amigos reía,
a las mujeres las amaba
a su madre la lloraba
y a su canal respetaba
Hio venturoso
que voló hacia el sur de su destino
sus 10 minutos de fama
lo compartio con los amigos
y que a traves del clamor
que sintió un dia de mañana,
viajó juntos a otras aves
hacía el Señor Padre Dios
que los llamaba.
Vuela alto Halcón invencible
junto a tus compañeros de camino
cruza el sol de la montaña
donde la brisa los cubra
con su manto y su feliz destino
"Para ti Halcón de Chicureo y sus 20 amigos