Sentí mi alma enloquecer,
un frío de agonía se adueñó de mi cuerpo
te imploraba que me lo dejaras.
Fueron momentos agobiantes…
Él postrado en esa cama de hospital
rodeado de tanta sangre,
el brillo de sus ojos era opaco.
Mis sentidos se aceleraban al verlo sufrí…
se convulsionaba, gritaba aferrándose a esa cama,
sólo veía las siluetas de los que por él luchaban.
Pálidos rostros, ojos hundidos,
derramaban lágrimas de sangre
de dolor y súplica ante tu presencia,
sentí tus manos frías y rece implorando
me lo dejaras que no te lo llevarás.
Un grito desgarrador, desesperado,
impotente, agobiado, frustrado, melancólico
sé hago en total soledad; adentrándose,
en lo más profundo de mi ser convirtiéndolo
en rabia, en coraje… todos mis sentidos
carcomidos por la ira aferrada a no perderlo.
Por segundos… las páginas del libro de mi vida
pasaron como ráfaga de viento helado,
el destino nos brinda sorpresas
vi mi alma perdida y arrinconada.
Qué ironía con un sólo suspiro
que taladro mis entrañas
me di cuenta lo poderosa que eres,
tu sombra nos cobijó dándonos un abrazo
de incertidumbre.
Hoy tú querías lo que más he amado,
fue un dolor agudo, tan agudo
como el aguijón que su cuerpo tenía, lo sentí
dentro de mí... penetrando en mitad del corazón.
A ti confié nuestras almas, mi espíritu
se estaba muriendo con él y no respondía,
es el dolor más fuerte que he sentido
en mi inmerecida existencia.
Pasaron los segundos más aletargados
por fin medí cuenta que tuviste piedad de mí,
dejaste tan solo un aliento para que viera
que estas siempre conmigo por donde voy… vas.
Hoy te doy las gracias
por dar esta oportunidad de vida
y no llevarnos a ese túnel de penumbra,
dejaste una luz de esperanza.
Eres justa y comprendiste cuanto lo amo,
mas sé también, que todos hemos de cumplir con
los designios escritos, sin olvidar que hay un Dios
que nos rige dando vida y tu muerte,
sin embargo, en tus manos puse nuestras vidas.
Magali Aguilar Solorza
(Quiet Night)
Lunes/Agosto/10/2009 7:29 pm – Domingo/Agosto/23/2009 12:15 pm
Autora mexicana