Guitarra, a qué suenas,
a que suenas que no me calmas.
A qué suenas que no cantas
lo que suena en mi alma.
Guitarra a qué suenas,
si oyes hueco en un lado de mi cama.
Qué ocurre que tu rasgueo no me calma,
que tus cuerdas no suenan al calor de mi llama
Guitarra, candela fria, sorda de amor y flama.
guitarra no te vayas, eras ya mi compañera.
Palos que tú sola tocas a mi vera,
sonando en mi pecho al compás de mi estrella.
Guitarra, mi guitarra, que de cristal te has vuelto,
cuerdas que se rompen cuando rompen mis dedos.
Llagas sin sangre que mi guitarra me ha hecho,
cuerdas afiladas como hojas de barbero.
Guitarra, ya no suenan palmas en tu toque,
se ha que dado vacía la madera de tu cueva.
Mástil torcido, guitarra no te mueras
Sin ti mi corazón ya no suena.
Guitarra, no te mueras.
Manuel Jesús Martinez Moreno