Tristemente te vi escapar una mañana de mayo,
Tu adiós explotó en mi pecho como un rayo,
Jamás volteaste a ver como moría,
Ni como mi dulce mirada entristecía.
Sé que el desearte es demasiado tarde,
No sé quien de los dos fue más cobarde,
Tu al marcharte & dejarme sin vida,
O yo al sólo aceptar tu partida.
Inevitablemente cada noche te pienso,
& siento esté vacío tan inmenso,
En está habitación te lloró & siento que desmayo,
Cada vez que recuerdo mi desdicha en ese mes de mayo.
Dame otra vez tu sueño para poder incluirme en él,
Dejáme otra vez acariciar cada espacio de piel,
Quiero ver de noche en mi cama tu perfil,
Regalame de nuevo aquellas tardes de abril.
Estoy sólo cada noche entera,
Ya ni quiero ni sentir,
Solo quiero vivir,
De nuevo contigo cada primavera.