RICARDO ALVAREZ

CORAZONES DIVIDIDOS - de crepusculo

 

 

Todo el amor era de mar sereno/

Yo te recordaba

cuando tus dulces labios me besaban/

La acera derrochaba su enero y

el curioso ojo de la parra se embelesaba/

 

Era de ola impetuosa tu arremetida en deseo,

al dividir la ebria espuma de mis manos en tu cuerpo/

Pechos juntos, pieles de roce/

Hábitos gemelos de incesto/

Fue el tiempo que desterramos al bracero/

 

Por la blanda carne entrábamos hasta los huesos,

colmadas las almas como un corpuscular jardín

de abiertos claveles mirando al porvenir/

Se anudaban los extremos,

los estómagos aliaban sus puntas/

 

¡Pero mujer!

El mar apartó su calma,

su continente se hizo lago amotinado/

Hoy solitarias ostras en dos riberas de alambrada,

ya la furia pasionaria enmarcó el recuerdo del alba/

En el amarillo cuadrado maltrecho

habló el opaco ladrillo

con el clamor de la pared malgastada/

El cerrado tálamo congeló las sábanas

y la cama dejó su frío destino de ruleta hastiada/

Hubo solo un adiós de momento

que no equilibró el corazón deshecho/