Ella
brisa vespertina
que se cuela en tu ventana
inunda tu estancia
de espejismos entre sábanas.
Ella
chispa que enciende
la hoguera en tu cama,
incendio que consume
tus deseos, y tus ansias.
Ella
caricia que te envuelve
y seduce tu mirada,
la que tu alma añora
y tu piel reclama.
Ella…
visita tu alcoba
y en sueños te enamora.