Un año,
un número (o tres)
muchos días que significan eso.
Es tu mirada,
son tus piernas,
la puerta de salida.
Son tus manos,
es tu cuerpo,
el brillo propio de tu risa,
y me sonrojo.
Nuestros tiempos (los escasos)
que se mezclan,
improvisan en el aire
y me hace bien.
Es compañía,
un regalo,
son tus besos,
(los hoteles)
entenderte, lo difícil.
Y mis lágrimas, que a veces curan.
No me extraño más de noche,
volver a verte es temblar de nuevo:
sentirme uno, completarme.
Palabras justas.
Momento extraño.
La suerte echada.
Y sólo pensar en vos.