¡ Cruz, ay que nombre
amiga mía!
Tu cruz no pesa
por tu alegría,
hoy doy las gracias
por ese día,
al encontrarnos
sentí nacía,
una amistad
como hace tiempo
que no vivía.
Le pido al cielo
que se haga fuerte,
este cariño
que nos ha unido,
con gran respeto
quiero brindarte
la amistad mía.
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MIRIAM RINCÓN URDANETA.