Claire

TODO EL MAR BAJO UN BARCO AZUL CIELO

 

Y te lo digo vita – te lo grito

Si me alejas del mar

Me quitas todo.

 

 


La lluvia no sabía, no supo mojarte por dentro

la alegría.

Testigos inconscientes, los círculos desnudos

se quedaron en el centro del viento

en un tormento lento, sin penas,

jugando a enloquecerte la mirada.

 

Y todo el mundo ahí, en un horizonte.

Y el cielo todo ahí, en el mismo instante.

 

Antes de todo el tiempo el mar me quiso,

me quiere como a ola que lo abriga,

me olvida – a veces - cuando en mudos cielos

se muere - me mata - me tiene otra vez

en su canto.

 

Mando rosas en aguas cristalinas,

lágrimas escondidas entre tu arena

antigua espera mía - nuestra ribera.

 

A mar sabe mi cuerpo humedecido

Amar sabe despacio

tu silencio.

 

Amargo – eterno tiempo - perdí el hilo

- instante en que no fuimos -

las horas sin respiro,

te pido que me lleve

el remolino de la tarde

a su nido.

 

Íntimo, líquido y hondo

evapora en mi mundo el perfume del llanto.

 

-los pájaros parados en un punto disuelto - en el viento.

 

La espuma de la espera - apenas blanca de condena -

me hace vibrar aquosa sobre la luna,

en el borde de un grito de piedra,

en tu ventana lánguida, conocida.

 

Y te elijo descalza- 

extiendo la brisa - en agua tejida

por flores y espigas

- sumergida -

En voces naranja de ocasos y tangos

perdida - renacida.

 

Le doy nombre a la tarde y a una canción marina,

tu risa se tiñe de mar y se muere en mi orilla,

tu boca se deja escribir los labios de fuego, de dedos,

de sueños.

 

- Sólo porque te pienso, sólo cuando te pienso

te soplo los ojos a tiempo de este momento.