Yacen oscuras las horas
Yacen dormidas las palabras
Obnubiladas la mente, la cadencia
De ese transitar de pensamientos,
El vaivén de emociones,
El corazón dilata sus latidos
La parsimonia alcanza el alma
Todo, en súbita calma.
¿Qué es esto?
El viento susurra
Álgidos y cálidos murmullos,
En un sonido más y más ausente,
Sin consciencia del tiempo
Sin premura por despertar,
De la inercia conspicua…
Algunos recuerdos dulces
Algunas sensaciones
Afloran abrazadas
Por la infinita noche.