Si te tumba el mar abierto
y el odio te ciega...
Yo estare hay con balzas
y un millon de velas.
Si la espera te entierra
en una condena...
Con palas construire
castillos de arena.
Y el que pasa te molesta
y te pulsa el pecho con una avalancha
Y aunque a veces te moleste nunca te abandonaré.
Tu eres mi calma, tu eres mi calma, tu eres mi calma.