La noche llega con su vestido de luna
Atravesando la penumbra como un susurro
Dejando caer sus lágrimas de cristal, Sobre mi sombrío rostro
Aciago y tétrico acompañado de humo…
Abandonado entre la mustia, soy custodiado por faroles
Que espabilan como lámparas cansadas
Como mi alma cansada de esperar…
Sentando veo el espejo del sol
Dejar caer sus lágrimas de cristal
Sobre pedazos de oscuridad; que van dándole pasó a la luz.
Siluetas deformes… imágenes sin sentido
Mis ojos cansados, mis parpados caídos…
Ecos a mi silencio, sonidos a mis oídos
Ideas de tu retorno vienen a mí, aunque aun no te has ido
Contemplo el brillo de tus ojos y tu rostro reflejando el mío
Veo como emanan cristales de tu alma
Mientras yo por la oscuridad consumido
Esperando tu retorno, aunque aun estas aquí
Aunque aun no te hallas ido….
KIMERA.