De la Bufa el cerro es un encanto,
como lo es el Sanganguey, volcán
que vigila su valle con afán.
A los dos les dedico yo mi canto.
La Bufa resguarda a mucha ley,
la ciudad donde tuve el privilegio de nacer
y el destino me trajo a conocer,
la morada que habita el Sanganguey.
La Bufa y Sanganguey, cerro y volcán,
el cerro me remonta a mi niñez,
y tu Sanganguey, compartes mi vejez.
Como dije, en mis versos quedarán,
y quiero repetirles otra vez:
¡hermosa Bufa ! y ¡hermoso Volcán!