Gran tristeza me embarga que se halla
en el fondo de mi alma y nunca pude
sospechar una furia tal que elude
a la pena y que en vuelo gris estalla.
Me entristece egoísmo de canalla.
El compatriota teme que se dude.
Nada puede lograr quien sea un fraude,
y menos el que miente, porque falla.
Nos dicen, son falaces las palabras,
otros dicen que existe indiferencia,
otros más que nacimos casi fríos.
La verdad es: seguimos siendo cabras.
Como siempre nos pasa por carencia...
y la mente nos lleva por los ríos.