Prefiero juntarme con los mortales,
a ellos puedo intuirlos y adivinarlos,
pero las estrellas se tornan fugaces.
Vi tus ojos con su brillo,
que, como el oro, me engañó.
Tu sonrisa de artilugio,
que me engatusó.
Creí en tu piel de oveja
e ingenua tropecé
con el lobo que a la oreja
me cantaba esa canción que escuché.
Te sientes por los dioses, tocado
Y desbordas vanidad
Que lastima que a la basura has tirado
Mi más sincera amistad.