vaneleis

El silencio de los Amantes

Enmudécete,

que los corazones se funden,

nuestros cuerpos se traspasan,

nuestras almas se conectan,

nuestros sexos se trasladan…

Enmudécete,

que a veces es mejor callar,

para que las sordas sombras

decanten con el ruido de nuestros sexos, meciéndose

y nuestros gemidos, gritándose.

Enmudécete,

para que aquella cama dormida,

nos escuche sólo con el roce de las sístoles.

¡Que sólo hablen nuestras respiraciones!.

Para que el amor se enorgullezca

de nuestra simples miradas.

Enmudécete,

para simplemente enmudecerme,

para besarte locamente

tras tu cuello virgen de tabúes,

que jamás pensó en una lengua gemela.

Enmudécete,

para poder recorrer

el torbellino encierro de tu desprecio

hacia el amor prohibido.

Que no sea yo quien te dé miedo,

sino tu ansia a enamorarte.

Enmudécete ahora y después

de habernos masticado.

¿Para qué hablar?.

Si tu flor y la mía

callarán también,

luego del profundo regadío.