El anochecer me trae
tu esencia evaporada
y siento como moja
cada senda de mi piel,
te miro, y se me antoja
conocer tu desnudez.
Y son destellos de pasión
los que iluminan la habitación,
me deslumbras y desbocas
mis deseos de mujer,
te miro, y me provocas
ceder a tu placer.
Y las paredes se estremecen
por la unión de nuestras siluetas,
las horas se desvanecen
extasiados en tu estancia,
te miro y me invitas
a saciar mis ansias.