Usted señor gobernante
me ha tildado de violento
porque expresé descontento
cuando ví en mi casa el hambre
llevarse al pibe más grande
y enfermarme al más pequeño.
Usted, usted maneja la prensa
con favores y prebendas
y no pretendo que entienda
ni siquiera por asomo
que hace rato que no como
porque comen los de afuera.
Ayer, me atacó la bronca
de no tener un trabajo
y ser digno de un salario
que me tenga en la disputa
por eso corte la ruta
y no me importo un carancho.
Yo conozco las promesas
maquilladas de esperanza
de colorida bonanza
y reparación de historia
porque tengo en la memoria
las ilusiones pasadas.
No le creo ni una letra
ni una coma doy de chance
porque viendo los balances
de tan malditos gobiernos
avizoro los infiernos
que me pondrán por delante.
No tengo forma legal
de batallar sus engaños
la experiencia de mis años
me ha dado la razón ducha
de saber que el que no escucha
está sordo o apañado.
Por eso no tengo empacho
en declararme enemigo
mientras vea crecer trigo
en esta tierra tan noble
y la gente sin un cobre
deba comer de los tachos.
Es mi Argentina señor
un País de bendiciones
tiene tanto campo y dones
y riquezas naturales
que puede aliviar los males
de varias generaciones.
Acuerdesé mis palabras
de piquetero señor
usted no tendrá perdón
ni podrá asistir a misa
mientras crezca su avaricia
con el hambre de un peón.
Yo no pido paredón
ni cabalgo en la violencia
soy cristiano de excelencia
y se poner la mejilla
pero reclamo justicia
pidiéndole a Dios perdón.