Ayer tarde me vi contigo
en ese ocaso de sueños,
cuando este amor atardecido
se ha robado mis deseos.
Por esa sonrisa angelical
dulcemente silenciada,
daría mi vida y aún más
al refugiarme en tu mirada.
Haría de ti mi universo,
mi pasión y mi esperanza,
la fuente de mis anhelos
en un sueño sin distancias.
Sé que puedes oír
la sinfonía de amor
que compone el latir
de mi triste corazón,
que sólo quiere estar
muy pegadito al tuyo,
en la aventura de amar
más hermosa del mundo.
Y más te necesito
con cada día sin ti...
¿por qué será que este destino
se empeña en dejarte ir?
Quise dar media vuelta
y arrojarme en tus brazos,
ayer tarde me di cuenta
ay, mi vida, cuanto te amo.
Ceci Ailín