Sentado en la banca de una placita
al soplar el viento, vi hojas caer
ya no son tan verdes ni tan bonitas
ahora tienen, color de miel.
No sé porqué me da tristeza
cuando el viento sopla y las arrastra
parece que lloran las hojas secas
cuando alguien las pisa, en la plaza
A veces quisiera con ellas jugar,
hojitas crujientes como galletas,
son arrugadas como abuelitas
que guardan su historia y su belleza.
Alejandro J. Díaz Valero