Isaac Amenemope

LUNA, (viajera nocturna)

Un arroyo en la profundidad,

sacare una hoja marchita

donde nunca florecio un hoja.

leere en una sola linea

cien mil cosas que ya fueron,

y las evocare resumidas a un hecho

hoy francamente concretado.

salvare el dolor

mientras pueda distinguir

el acto mismo de sentir

la respuesta proveniente de lo contenido.

saltare sobre el paso

que jamas llego a convertirse en huella.

rei solo ante el amanecer,

y le pedi a cambio luz

de la que penetra en las entrañas.

con los ojos ardientes

en el remolino de sombras,

cientos de personas,

de hilos relucientes

que dejan que se enredan

en la atmosfera

que conoce libres nuestros vinculos

se dejara ver superfluida

la forma material que se organiza

para salir enloquecida...

porque alli caben todos

y cada uno de los corazones,

caben a salvo las canciones,

las risas,

los colores.

Se van compenetrando para siempre

donde no cabrian de ningun otro modo,

las sensaciones.

como respirar sin la poesia

que sirve para extraer del aire la armonia,

soplo la intimidad de mi amansado pecho,

cierno la docilidad y escojo,

retenidos arrebatos,

los reviso,

siento a punto mil fuerzas,

inquietas,

posibles todas a la accion,

siento expuestas mis vetas,

mientras la virginidad

que corre apagada

hacia el mar de los instintos

arrastra consigo los gnosicos brillos

del espiritual deshielo 

 

LUNA de sabado,

de domingo,

LUNA de lunes,

de martes.

LUNA nueva que resbalas tus pupilas,

que tretpa tus rodillas,

que cierne tus cosquillas,

dame tu la luna como un dulce,

que es en tu boca la luna;

dame un lunar,

promete un lunar por favor,

y alunizare en tu espalda,

alucinare en los pliegues desiertos de tu cuello.