Dudas que nos separan de la vida,
como las puertas cerradas con argollas de miseria
que construyen los presentes indecisos,
entre silencios que se expanden buscando
hogaños de color para pintarlos de negro.
Cuadros de muerte donde dibujar la palabra final,
donde quedar para no ir,
donde mirar para no ver….
cuadros para que siga siendo aquello que nunca fui.
Certezas que apenas convencen al ánimo derrotado
en aquellas batallas donde las miradas se enzarzaban
envueltas en mágicas sonrisas… y se buscaban;
y se inventaban los besos y se soñaban los abrazos;
y en otra voluntaria y desgarradora despedida
se alejaba el día tras su ocaso
llevando con él el último aliento al amor regalado.
Puertas cerradas de nuevo ante mis ojos,
alientos ganados a la noche
en ese frío sueño del que no se puede escapar;
puertas cerradas al mañana
que quieren abrirse de par en par
para dejarme volver a caminar.
(jpellicer)