El sueño que forjé, idealizado,
a mi voluntad ajeno se aferra
perturbando el alma en cruenta guerra,
sepulcro de un amor irrealizado.
Me siento cual esclavo de un pasado,
pasajero de un barco en la tormenta,
contrito corazón que se atormenta
en incendios del ardor más desbocado.
Quiero sentir el sosiego,
quiero sentir la frescura
del rocío de la mañana
y empaparme en la hermosura
que a otros sueños engalana.