He de confesarte que no cumplí mi promesa. Sigo interfiriendo en tu vida.
Me quedo platicando con la luna, esperando a que te duermas y así… sin que te des cuenta, llamo a tu espíritu y lo traigo a dormir conmigo.
Hago trampa, lo se…pero no puedo evitarlo, sobretodo en las noches frías de enero. Me acurruco en tu cuello, me arrulla tu respiración; procuro no moverme por miedo a despertarte, por miedo a que descubras el engaño y te enfermes de insomnio.
No quiero romper el encanto de cada noche. Me he vuelto trasnochadora y sutil.
Espero creas naturales los remolinos en tu cabeza cada mañana y no lo asocies a mis dedos jugando toda la noche.
Debo despertar temprano para dejarte ir, lo más difícil… abrir los brazos y dejarte ir.
Tu puedes despertar, reincorporarte al mundo creyendo que soñaste conmigo…
Por hoy, buenas noches y dulces sueños Corazón…