Los desaires serán oxígeno puro,
limpio, libre de cualquier bruma,
mi alegría obtendrá toda esa suma
por penas pasadas, de todo lo oscuro;
pues lo malo unido se irá, seguro
transformándose en claveles selectos,
vergeles de rosales frescos, predilectos,
ríos con un recorrido de cantares,
noches pintando cuadros estelares
entre el cielo, en sus espacios perfectos.
Y que decir de el ritmo de los mares,
suaves, finos, coros en tonos coordinados,
sus olas arrullarán dos seres enamorados,
transmitiendo con los céfiros la onda
de un sonar romántico que se ahonda
en el latir de dos corazones deseosos
que fusionarán sentimientos primorosos
el día que tu amor me corresponda.
Y el sol como el dios de luz y fuego
pondrá su cuota durante el día
con un primer amanecer de idolatría,
después de nuestra entrega y nuestro juego
al ser uno del otro en amor ciego
de anochecer con copas de ronda
para enamorados protegidos por la fronda
de un bosque que albergará el rumor
de las expresiones más bellas de amor
el día que tu amor me corresponda...
Alviz Neleb
Septiembre 11 de 2011
10:04 p.m. - Domingo