Era
Qué tristeza
no verte en esa esquina
el pequeño café y tu sonrisa
Nuestro abrazo era
como pájaro y nido
palpitaba de vida.
Qué tristeza
que el sol siga entibiando
y nosotros no estemos.
Pasan parejas como nosotros antes
y se besan muy largo en la mirada.
Qué tristeza que se hunda la noche silenciosa
en el cristal del tiempo.
Y más tristeza aún que dejemos
los recuerdos perdidos en la sombra
sin traerlos para templar la vida.
Qué tristeza tan honda
la memoria sin dueño y sin sonrisas.
Se perdieron las voces en el viento...
12 de septiembre del 2011