Ary Vala

RECLAMO SIN SENTIDO

Que tardes y que muertas las horas

Que se lleva el viento de tu silencio.

Ningún suspiro me llena,

En ninguna almohada descansa,

Mis pesados pensamientos

Que como piedras cargo imaginando

Lo que callas.

 

-Insípidamente fumo sin saborear el veneno

Pues es más grande tu desprecio-

 

Qué bien sabes moverte entre los muertos

Y levantarles de su tumba

Haciendo que  renuncien por ti,

A la quietud de un paraíso

A cambio de un día de placer en tus brazos.

 

Pero el día no dura tanto

Pronto cae la noche fría

Trayendo el desencanto

La amargura solamente que confundiera

Con dulzura entre tus labios.

 

-Y el muerto patalea como un niño

Rabioso,  el tonto  ingenuo

Volviendo al polvo empedernido-

Ni maldecir puedo, maldita sea

Que de hecho sabía mi destino,

Llorar por el veneno de tus besos

Llorar y gritar arrepentido,

Pues enterado estaba que no serían solo míos.

 

Y que hago ahora si culparme no puedo

Si deseo decir que fuiste mala   conmigo

Que me has roto el corazón en mil pedazos

Y todas esas cosas que dicen los dolidos.

 

Se bien que yo así  lo quise,

Que jugué conmigo mismo

Y que tu solo has sido un pretexto de mi libido

Y  de esas fantasías que aun guardo de niño.

 

Perdóname todo este lio

Sé que tu conciencia está ajena y limpia.

Que al menos el escribir me sirva

Para hacerme pendejo a escondidas y en vigilia.