El muelle de mis sueños
roza la playa
de un mar castaño
(tus ojos)
en el que naufrago
sólo para revivir
al calor
de tus tibios labios.
Y son tus besos
mi adicción
y mi embeleso,
tus manos
(caricias)
que mi piel ansía
en las madrugadas
y en las tardes frías.
Y es tu cuerpo
galardón
que mis sábanas anhelan,
y tu esencia
el encanto
por el que mi alma vive
y sueña.