Isaac Amenemope

AMOR, NO ME DESPIERTES!

Siempre tuviste el poder

 

de alegrarme el corazon,

 

con una escueta sonrisa, 
 

 

con una nimia palabra.
 

 

 

Deseo acariciar con mis dedos tu piel

 

rebosante de albas,

 

poner a tus pies para que pises

 

hojas de gráciles palmas.

 


y que así paseando

 

llegues hasta la orilla

 

de mi templo consagrado a tu esencia
 

 

Ablandarte los escollos,

 

allanarte las montañas;

 

esparcir mi perfume al viento
 

 

para que trasmine

 

tus estancias.

 

Arrobado oír tu voz,
 

 

sinfonía sagrada a los oídos,

 

cuando llega la noche y susurras;
 

 

enrédate conmigo.
 

 

Por eso te invito

 

a beber de mi fuente de agua clara,

 

en absoluto te pertenece,
 

 

eres el río de donde emana.

 

 

renaceremos entre la premura de la mañana

 

acobijados con una sabana de hierbas,

 

mis manos sobre tus pechos

 

y tus labios arabigos entre los mios

 

plasmando la lejania del olvido.