Se encuentran dos mares
en el océano de las palabras;
con respeto y dulce sabor a sal,
con palabras de seda y miel;
se besan... en alta mar.
El uno sabe a mar canario:
alegre, risueño, nostálgico;
el otro huele a brisa mediterránea:
sereno, discreto y romántico;
ambos se besan en aguas amigas.
Se entienden los mares
con mirada cómplice y profunda;
con mirada cristalina se miran
y funden sus aguas en cada abrazo
hasta llevar su estima hasta la orilla.
Se besan dos mares
bajo un ardiente cielo escarlata
y navegan juntos en aguas tranquilas
y hacen de sus palabras una barca
que surca el horizonte poético
en el océano de las palabras.
26 de diciembre de 2010
Pau