Llamadas al tiempo, buscando el encuentro,
silencio emanado a través del momento,
heridas sufridas en el alma y en el cuerpo,
soledad y sufrimiento queda en el ocaso,
día lúgubre y triste, o que paso tan obscuro.
Será maleficio o verdad, el día trece maldito,
donde no crece el amor o solo será casual,
que se quede, tras el horizonte ya escondido,
el porvenir perdido en el tiempo y espacio,
o podrá ser que el amor hoy; solo se eclipso.
Ya saldrá en el mañana el sol y volverá la luna,
se iluminara de noche y de día, la vereda,
y saldrán a la vera, flores que su olor y belleza,
alegraran el mirar y perfumaran la bizarría,
y volverá al amanecer el encuentro de tu alma.
Pesadilla que se clava en el espectro dormido,
mientras la mente afiebrada clama aliento,
de tu conciencia ¡hoy escondida!, tu disimulo,
donde queda, cuando no hay letras, verso;
donde ésta el corazón que se conserva mudo.