Que terrible la espera,
ya dieron las seis,
ya te retrasaste un minuto.
Y si no vienes?
No, no.
Quedaste formal
y se muy bien que eres puntual.
Y si te pasó algo?
No, no.
No hay que ser tan fatal,
tu eres muy cuidadoso y precavido,
a menos que sea una cuestión de olvido,
no, pero tu me amas,
no te me tengo que olvidar.
O es que el amor
y mis nervios juegan conmigo a la vez.
Espere tanto este momento
en que tu y yo podamos ir al parque,
ver una película o tomar un café,
que se me hace imposible que llegues.
Los talones ya me duelen
de tanto parar en la ventana
y hecho en la alfombra una zanja
de tantas vueltas dar,
oh, este minuto tan eterno
y mi reloj
que esta adelanto dos
no quiera Dios
que me dejes plantada
ya me canse de estar aquí postrada.
din don, llaman a la puerta
puede que seas tu
corro presurosa,
pero que si soy babosa
con la mesa tropecé
y al caer la pierna me fracturé
mi madre abre la puerta
y llegas tu con rosas blancas
que vergüenza!
por la desesperación y paranoia
que vergüenza te planté!