Dejé de escribir
después de que entendí
que ya no buscarías mis versos,
que todas mis palabras
ya no tendrían
ninguna magia para ti.
Dejé de escribir
porque así no tenía sentido,
si cada pálpito mio
fue fruto de tu inquisición
buscando sueños no leídos,
odas enamoradas
y palabras entrecruzadas
que nacían de nuestro amor.
Esfrióse la pasión
y las hojas se volaron,
las promesas no alcanzaron...
ay, me quedé sin ilusión!
Y dejé de escribir.
Hoy retomo la poesía
en plan de revancha,
para hacerla toda mía,
para llenar lo que me falta,
para llorarte en tinta negra
y borrar el desencanto,
para reinventarte como quiero,
para remontar el vuelo
que he anhelado tanto.
El poder de las palabras
es tan fuerte, quién supiera!
tus cadenas se me caen
al tomar la lapicera,
te saco desde adentro
ribeteando en los renglones,
por los poros de mis dedos,
hecho un mazo de canciones.
Ahora que sólo
sos poemas mal logrados,
un papel a mi merced,
te dejo en el pasado.
Diviso a lo lejos
el cesto de la basura
y como una deportista
te tiro hecho un bollo.
Al fin te saqué,
allá vaaaaaaaa
el lanzamiento.
Me doy vuelta y escribiré
otro par de lamentos.
Lástima que a mis espaldas
yaces aún hecho un bollo.
No ví que le erré...
Ouch