Escribo cada vez que te pienso,
Nada más puedo yo hacer,
El papel se transforma en un lienzo,
y mi pluma es un pincel.
Salen las A como en un desfile,
Las L toman forma de tu tobillo,
Las fragancias de palabras en su destile,
Salen prosas como el arado de un rastrillo.
Pasa la noche y su madrugada poeta,
Mi alma sujeta la mano y la extasía,
No descanso hasta que surja tu silueta,
Parezco un Dios en la creación y su osadía.
Así amanezco y amanezco en esta agonía,
En vocablos que tú figura escondía,
Este corazón que mi pecho convirtió en abadía,
Eres tu mujer mi meta y alegría.
LRL
14-9-2011