Déjame conocer cómo parpadeas cada que revives un sueño,
déjame ser testigo de tu aliento de noche,
de tus caricias inocuas que arrojas al viento
para aquellas mejillas que algún día las quieran
y no las dejen ir jamás...
Déjame hundirme entre tus dedos
vigilar que tu latir sigue en llamas
a cada paso que puedas dar
entre la bruma de tus pensamientos
Déjame tu bostezo y llévate tu ánimo de sonreír
que cada que tu boca se demuestra feliz
me disparas un firmamento de flechazos en el pecho
Déjame con mis palabras,
te regalo un pedazo de mi poesía
y permite en tu corazón entrer un día
el brillo que misojos pudieras traer
si logras en un suspiro resumir mi ser