Dulce condena

Esperando lo que nunca llegará a ser

Tan cansada estoy,

De decirte amor,

Olvida todo lo demás.

 

De decir,

Toma mi mano sin mirar atrás,

Mira mis ojos sin miedo al que dirán,

Y renazcamos en una nueva vida solo tú y yo.

 

Pero reacio a mi petición has sido,

Me dejas con las alas rotas,

Y con el corazón partido.

 

Pero segura estoy que las cadenas no te dejan volar conmigo,

Pero no puedo permanecer mil vidas

esperando a que abras tus ojos y te liberes.

 

No más,

Por favor no me dejes morir así,

En la soledad esperando lo que nunca llegará a ser.