Yo quiero mucho, mucho a mi muñequita. Dormimos abrazadas nos damos mimos, me acompaña a la iglesia si es domingo, no siento miedo alguno si está cerquita. Se me dio por llamarla mi Manuelita porque me quita el miedo con su valor, como hace unos siglos hizo aquella Manuelita, salvándole la vida a El Libertador.
Cerco con mis manitas su cinturita, la bailo hacia la izquierda, a la derecha, ella disfruta mucho del bamboleo llenando los espacios con su amplia risa. Nos sentamos juntitas en el columpio, nos mecemos cuidando no hacernos daño, para irnos a cenar nos damos un baño, nos comemos toda la comidita. Luego llega el momento de las tareas a ella encantan la historia y la geografía, a mí las matemáticas, la ortografía pero lo hacemos todo en armonía, después a la camita hasta el otro día.
Al llegar la buseta que va a la escuela llevo a mi Manuelita en el morral, escuchamos la clase sin parpadeos y al sonar el timbre nos divertimos todo el recreo. Los días son una fiesta maravillosa si estamos juntas Manuelita y yo. Mi muñequita es la cosita más hermosa, el regalo más grande que mamá me dio.
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Miriam Rincón U.