Lo peor de renunciar es filtrarse en los errores,
como acelerar el curso contra la tormenta,
como rasgar la piel en lo intangible.
Lo peor de ser uno mismo es creer lo contrario,
como dirigir las nubes bajo el sol mayor,
como escribir verdades sobre el agua.
Lo peor del antes y el después en la vida,
es asegurar la eternidad de ambas estupideces,
unas mueren, otras crecen,
unas yacen en el vagón de la mentira.
Lo peor de tus ojos, es cuando los veo en otras caras,
como verte cruzar por la ventana...
Ventana que solo era un cuadro en la pared.
Lo insano es quemar las ratas de mis pecados,
como inocular los excesos de mi presente,
esos que no son mas que mi carga.
Blas Roa