Me gustaría sentirte,
oír tu voz, hacerla mía
llevarla a mis adentros.
Me gustaría contemplarte,
modelar tu rostro gozoso
y de ti contaminarme.
Me gustaría ser mar
y beber tu risa de ola risueña.
Me gustaría fundir
mis lágrimas dulces con las tuyas
en un riachuelo de dicha;
ver cómo danzas en la orilla del mar,
dejando que las olas besen tus pies
mientras la brisa acaricia tu pelo
y piensas que son los dedos del poeta
que se inspira en el mar y en su cielo.
Me gustaría que tu mar besara el mío,
uniendo sus olas en el torbellino
de un beso navegante y furtivo.
Sí, serenamente, me gustaría.
14 de septiembre de 2011
Pau Fleta