La vida es como música, si es tristes te recuerdas de todo lo que te entristece el alma. Si es alegre te ilumina en el interior, la esperanza de que vayas adelante con tus ilusiones.
A mí me había gustado tener-la con sonido de piano, de violines, calma y relajante, como si fuera una cita con la felicidad, adonde podríamos llevar nuestros sentidos para allá del cielo, sentir que cerca estábamos de Dios, mirar dulzura en la mirada de la gente, no ojos infantiles llenos de miedo, de sufrimiento, por hambre o por enfermedad, hijos de un Dios menor, que fueran olvidados a su suerte, v mirar en los ancianos agradecidos por haber vivido y esperado el fin con alegría por ser queridos por sus familias e no tener que hacer cuentas al día 10 como van a sobrevivir sin dinero.
Mirar la gente enferma entrando en hospitales llenos de seguridad que se van a curar.
Pero música de la vida es tan distinta!
No se oye, para algunos, solamente el silbar del viento helado, que los hace muertos vivos.
Y arrastrándose entre miseria e dolor, buscan en la basura rastros de comida, que los que bailan la música de la vida con indiferencia del sufrimiento de los demás.
Me pregunto cuál fue la mía. Hambre nunca pasé frio tampoco, nunca mis ojos tuvieran miedo en niña, sufrir físicamente si alguna vez, desesperanza en sanar mis dolencias nunca.
Entonces porque tanto penar porque este dolor de alma? Porque este agujero negro en mí corazon?
No sé, solamente.
Llorar por perdidas de seres queridos normal, ahora llorar por tristeza sin saber de dónde vienen mis lágrimas, a quien debo esto?
Seguro que a alguien o algo, que tan cerca estuvieran de mí e no los he visto.
Distraída, en mí caminada los miré sin verlos.
Será que echo de menos todo lo que he podido tener y no me he dado cuenta, que eran para mí?
Miré los niños sufriendo, los ancianos, sentí la impotencia de no matar el hambre, de dar esperanza en la entrada de los hospitales.
Eso lo he visto, con todo mi cariño hice lo que he podido, por ellos. Entre millones estaba sola pero a mí alrededor é dado mantas para combatir el frio, comida a quien se acercaba a mí, cumplí como pude mí obligación, aun que mínima.
Entonces por qué este agujero negro en mí corazon?
Quizá por nunca haber amado a nadie y nadie a mí.
Y en un verano todo cambió, tenia luz para iluminarlo. Poco ha durado, se va de espacio pero se va, lo siento a cada día que pasa. Cuando quede oscuro otra vez, no voy a llorar, nada de nada, solamente sufrir por los que sufren por cosas mucho mayores y terribles, porque tú, no mereces una única lágrima mía no mereces mí querer, quédate a dónde estás, es tu sitio, vacio, ceniza, sin vida. Así lo quieres así será.
Setiembre 2011
Carminha Nieves (secreet50)