Si me permites acercarme
lentamente llegaré a tus oídos
susurrando muy quedo
versos plagiados del cielo,
rozaré suavemente
tu cuello,
humedeceré con mi aliento
tu deseo,
recorreré
de tu cuerpo
los senderos
tatuando los anhelos
dibujados en mil noches sin sueño,
te embriagaré
con el elixir de mi cuerpo
y tú serás
el dueño de mi deseo.