En mi conciencia
yo era suya..
Por su arrogancia
habiame perdido.
A esa hora
en ese paso, ese dia
era mio...
El resto de la semana ajenos.
¿y que podia hacer?
Si ese dia la pasion me vencio
y el peso del amor
seguia en mi alma arraigado
arrebatados, privandonos del aire
caimos en lo prohibido..
una y otra vez..
Esperabamos impacientes el amanecer del dia
mintiendonos, mintiendoles,
cenizas al viento.
montando el teatro del odio
cuando la realidad misma es diferente.