Si la luz de un gran amor, iluminara mi alma
Y pueda de pronto tener la imagen querida
A la angustia de amar, le regalaría calma
Y al padecer de vivir, lo llamaría vida.
Si ese amor fuera puro, sencillo y cariñoso
le daría mi vida convertida en canciones,
le daría un jardín con un árbol muy frondoso,
de copa rebosante cargada de ilusiones.
Le diría a los pájaros, préstenme sus alas
para que vuele muy alto mi alma ilusionada;
para gritar al viento con voz emocionada:
¡ Hoy soy feliz, el amor, me regaló sus galas!